28.4.10

Estoy aquí como todos los mediodías




La rutina es la misma, llego corriendo y comienzo a cortar en pedacitos la carne que alguna vez estuvo viva, la destrozo y luego la abrigo con sábanas blancas en grumo; le doy vuelta, el olor enturbia mi sensatez y finalmente me rindo ante las ganas que tengo de saciarme.
He aprendido que mi rutina tiene alguna semejanza con querer marcar en tinta mis latidos. Ha pasado mucho tiempo, no soy el papel sino la vida misma, que ama, que vuelve y recoge las sonrisas perdidas.




Vulcano

9 comentarios:

Ruth dijo...

Ja! y yo a dieta!

recojamos todas las sonrisas posibles, sembrémoslas...

dos besos

Ophir Alviárez dijo...

Todo regreso es el prodigio, le oí decir a un poeta...
Hay que creer que es verdad y volver tras las sonrisas perdidas, siempre.

Abrazo!

OA

Dante Bertini dijo...

Bienvenida!
Aunque en tus palabras escucho dolor irreparable, resignación y desconsuelo, también el deseo de seguir aquí, de este lado de la vida.
Un abrazo

Verbo... dijo...

Si, marca con tinta tus latidos.

Tu tinta, tu sangre, tu latir, es de alta calidad, y bueno para beber.

Besos.

PIZARR dijo...

Me ha alegrado verte de nuevo. Veo que tu ausencia ha sido mayor de lo que últimamente son las mías.

Espero que todo vaya bien...

Un abrazo

Verónica E. Díaz M. dijo...

Idas y vueltas... en eso me la paso, pero me encanta dar Bienvenidas...

Abrazos

alkerme dijo...

Hola!
Qué alegría! se te echaba en falta.

Todavía estoy por saber si son buenas o malas, las rutinas...

Un beso,

marea@ dijo...

Rutinas diarias... y al parecer con colores vivos... recoger las sonrisas perdidas... muy bonito. un saludo.

Anónimo dijo...

Esas rutinas que cansan, que redundan en ecos interminables; por extraño que parezca terminan convirtiéndose en lo mas apreciado con el transcurso de los años.

Un gusto volverte a leer.
Saludos.